Acero es una aleación de hierro y carbono que contiene otros elementos de aleación, los cuales le confieren propiedades mecánicas especificas para su utilización en la industria metalmecánica.
Los otros principales elementos de composición son el Cromo, Tungsteno, Manganeso, Níquel, Vanadio, Cobalto, Molibdeno, Cobre, Azufre y Fósforo. Estos elementos, según su porcentaje, ofrecen características especificas para determinadas aplicaciones, como herramientas, cuchillas, soportes, etc.

PROPIEDADES MECÁNICAS DEL ACERO

Resistencia al desgaste. Es la resistencia que ofrece un material a dejarse erosionar cuando está en contacto de fricción con otro material.

Tenacidad. Es la capacidad que tiene un material de absorber energía sin producir fisuras (resistencia al impacto).

Maquinabilidad. Es la facilidad que posee un material de permitir el proceso de mecanizado por arranque de viruta.

Dureza. Es la resistencia que ofrece un acero para dejarse penetrar. Se mide en unidades BRINELL (HB) o unidades ROCKWEL C (HRC), mediante test del mismo nombre.

TRATAMIENTOS TÉRMICOS DEL ACERO

 
El tratamiento térmico en el material es uno de los pasos fundamentales para que pueda alcanzar las propiedades mecánicas para las cuales está creado. La clave de los tratamientos térmicos consiste en las reacciones que se producen en el material, tanto en los aceros como en las aleaciones no férreas, y ocurren durante el proceso de calentamiento y enfriamiento de las piezas, con unas pautas y tiempos establecidos.

Temple. El temple tiene por objeto endurecer y aumentar la resistencia de los aceros. Para ello, se calienta el acero a una temperatura ligeramente más elevada que la crítica superior Ac (entre 900-950ºC) y luego se enfría, más o menos rápidamente (según características de la pieza), en un medio como agua, aceite, etc.

Revenido. Después que se ha endurecido, el acero es muy quebradizo o frágil, lo que impide su manejo pues se rompe con el mínimo golpe debido a la tensión interior generada por el proceso de endurecimiento. El revenido consigue disminuir la dureza acheter viagra y resistencia de los aceros templados, se eliminan las tensiones creadas en el temple y se mejora la tenacidad, dejando al acero con la dureza o resistencia deseada. Se distingue básicamente del temple en cuanto a temperatura máxima y velocidad de enfriamiento.

Recocido. Consiste básicamente en el calentamiento hasta una temperatura de austenización (800-925ºC) seguido de un enfriamiento lento. Con este tratamiento se logra aumentar la elasticidad, mientras que disminuye la dureza. Tambien facilita el mecanizado de las piezas al homogeneizar la estructura, afinar el grano y ablandar el material, eliminando la acritud que produce el trabajo en frío y las tensiones internas.

TIPOS DE TEMPLE

¿Cuántos tipos de temple existen?
1- El temple mediante atmósfera protectora. Se realiza en una atmósfera de gas inerte. Sirve para proteger la superficie del componente del descascarillado y la oxidación, así como de la carburación y descarburización.
2- El temple al vacío. Se realiza en un ambiente de baja presión a temperatura de hasta 1300º C. La finalidad de este proceso es evitar la oxidación y otras reacciones de la superficie que influyen en las propiedades del componente.
3- El temple por inducción. Se realiza calentando la superficie próxima de la pieza, utilizando corrientes en remolino inducidas por una bobina, por la que corre la corriente alterna. Se puede utilizar para templar, de forma selectiva, áreas críticas del componente proporcionándole resistencia al desgaste. El temple se lleva a cabo inmediatamente después de contemplar el proceso de calentamiento.

TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS DEL ACERO

En el caso de los tratamientos térmicos, no sólo se producen cambios en la estructura del acero, sino también en su COMPOSICIÓN QUÍMICA, añadiendo diferentes productos químicos durante el proceso del tratamiento. Estos tratamientos tienen efecto sólo superficial en las piezas tratadas.

Cementación. Mediante este tratamiento se producen cambios en la composición química del acero. Se consigue teniendo en cuenta el medio o atmósfera que envuelve al metal durante el calentamiento y enfriamiento. Lo que se busca es aumentar el contenido de carbono de la zona periférica, obteniéndose después, por medio de temples y revenidos, una gran dureza superficial, resistencia al desgaste y buena tenacidad en el núcleo.

Nitruración. Este tratamiento termo químico busca endurecer superficialmente un acero con nitrógeno, calentándolo a temperaturas comprendidas entre 400-525ºC, dentro de una corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.